Nuevo método para anticiparse a los infartos
Tiene un 96% de precisión y el estudio dura sólo 5 minutos
Es indoloro y
no requiere ningún tipo de preparación previa. Quien decida someterse a este moderno
estudio capaz de anticipar con un 96% de precisión el riesgo de sufrir un infarto
o un accidente cerebrovascular en los próximos seis años sólo deberá permanecer
acostado cinco minutos mientras se le realiza una sencilla medición por ultrasonido
del grosor de las paredes de sus arterias carótidas.
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Cinco días más tarde,
luego de que en Los Angeles, Estados Unidos, una computadora analice y confronte
la imagen de sus carótidas con una base de datos integrada por estudios similares
efectuados en más de 40.000 pacientes de todo el mundo, el médico recibirá por
e-mail un informe detallado sobre el estado de salud cardiovascular de su paciente.
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"Este estudio permite
determinar la severidad y la extensión de la enfermedad (aterosclerótica) de un
individuo, aun en ausencia de síntomas", explicó a LA NACION el doctor Jacques
Barth, cardiólogo holandés que desarrolló este moderno método de diagnóstico cardiovascular
-apodado IMT Heart Scan-, que desde mañana estará disponible en el país.
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Aquí, donde el estudio
costará 450 dólares, la enfermedad cardiovascular constituye la primera causa
de muerte. Se estima que se producen alrededor de 50.000 infartos al año, muchos
de los cuales podrían ser prevenidos cuando la afección comienza a dar sus primeros
pasos, tan sólo con un cambio hacia hábitos de vida saludables.
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Ese es el objetivo del
método diagnóstico desarrollado por Barth: "El impacto que produce conocer la
propia salud cardiovascular incrementa enormemente la adherencia a los tratamientos
que permiten prevenir el infarto", aseguró el experto que actualmente se encuentra
en Buenos Aires para el lanzamiento del primer centro en América latina en el
que se podrá realizar su estudio ([email protected]).
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Del espacio a la
medicina
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Desde hace años, diversos
estudios han asociado la presencia de factores de riesgo cardiovascular -diabetes,
hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo y tabaquismo- con un engrosamiento
de las paredes de las arterias carótidas.
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Barth tomó contacto
con el tema en 1986, cuando fue invitado por la NASA a colaborar con el Laboratorio
de Propulsión a Chorro en el estudio de la performance cardiovascular de los astronautas.
"Por aquel entonces -comentó el cardiólogo holandés-, obtener una imagen digital
de una carótida demandaba 24 horas; hoy es posible obtenerla en cuestión de nanosegundos."
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Una vez fuera de los
cuarteles de la NASA, Barth decidió seguir adelante con sus estudios sobre el
engrosamiento de las paredes de las carótidas, pero ya en un contexto más médico
que espacial. Catorce años después de haber comenzado a trabajar en el tema, su
dispositivo para diagnóstico cardiovascular comenzó a tomar forma: en 2000, la
Asociación Americana del Corazón concluyó que éste era un instrumento válido y
confiable para predecir la salud cardiovascular.
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Actualmente, el uso
del IMT Heart Scan para la determinación del riesgo de enfermedad coronaria y
accidente cerebrovascular cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos
y Medicamentos (FDA), de Estados Unidos.
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De vuelta al colegio
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Quienes tomen contacto
con este método de diagnóstico quizá se sientan de vuelta en la escuela, a la
espera de que la maestra les entregue los resultados de un examen de geografía
o matemáticas. Sucede que el informe que genera el IMT Heart Scan le pone nota
-según el sistema de calificación anglosajón- a la salud cardiovascular del paciente.
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"El reporte da una nota
como la del colegio: una A significa que la salud cardiovascular está bien, la
B que podría estar mejor, con una C uno debería comenzar a preocuparse, la D no
es buena y la E significa que hay que empezar a rezar mucho", relató Barth.
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Claro que cada una de
estas notas posee un trasfondo un poco más complejo: a lo que hace referencia
es al incremento en el riesgo relativo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular
en un período de tiempo dado. Así, por ejemplo, quien reciba una D posee el doble
de riesgo de tener un infarto (que si en una persona es del 3% anual, en el paciente
calificado por este estudio será del 6 por ciento).
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Para estimar el riesgo
individual de cada paciente, el estudio no sólo evalúa el engrosamiento de la
pared de sus carótidas, sino que también toma en cuenta elementos como la edad,
el sexo y la etnia del paciente, factores que modelan el riesgo cardiovascular
de las personas.
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En todos los casos,
conocer en detalle la salud de las propias arterias posee un impacto que Barth
considera positivo. "Hemos realizado estudios en colegios secundarios de California,
que cuentan una población de alto riesgo cardiovascular: el 53% es obeso, el 8%
tenía diabetes y la mayoría no hace más ejercicio que el que demanda jugar con
la computadora", comentó.
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"Al año siguiente de
que les realizamos el estudio y les mostramos las imágenes de sus arterias que
ya comenzaban a mostrar signos de engrosamiento, observamos un cambio dramático
-contó Barth-. En promedio habían perdido diez kilos y muchos habían comenzado
a hacer ejercicio, de modo que el riesgo cardiovascular bajó a la mitad: mucho
más de lo que esperábamos."
Tiene un 96% de precisión y el estudio dura sólo 5 minutos
09/06/2014 23:24:33