Un estudio realizado por la Universidad de Harvard (EE.UU.), afirma que una prueba para determinar los niveles en el organismo humano de un ácido graso presente en los pescados podría ayudar a determinar las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Los individuos con mayor riesgo son los que tienen un nivel bajo de Omega-3 en la sangre, el que se encuentra en algunas variedades de pescado.
La investigación fue presentada durante el congreso médico realizado en Brighton (Inglaterra) y se concluyó que una dieta con frutas y vegetales, además de pescado, baja en consumo de sodio y grasas saturadas, reduce considerablemente el riesgo de patología cardiovascular.