Muchos padres erróneamente se sienten satisfechos de ver a sus retoños “gorditos”, suponiendo que esta condición física es señal de que están bien alimentados.
Según los expertos, al paso del tiempo ese niño tiene muchas probabilidades de convertirse en un adulto con problemas de salud y escasas probabilidades de volver a un peso normal.
La solución de ese problema es sencilla, pero a la vez requiere un cambio en el estilo de vida, dicen los nutricionistas, quienes añaden que la clave está en la dieta.
Los niños están pasados de peso por dos razones, la primera causa es genética y demanda un estudio concienzudo de cada caso. La segunda se manifiesta cuando es adquirida, es decir, cuando existe un consumo de comida mayor a las necesidades del pequeño.
La gordura adquirida se propicia especialmente entre familias que ven o escuchan con frecuencia la televisión y la radio.
Las “atractivas” ofertas de los publicistas motivan al consumidor a comprar artículos de poca calidad, llenos de grasa y azúcar. Los anuncios más populares son los de hamburguesas, pizzas, dulces, donas, pasteles de queso (cheesecake) y otros.
“Es lamentable que los padres tiendan a sobrealimentar a sus hijos con productos ricos en calorías y de poco valor nutritivo”, dice José Suárez, de la Asociación Mexicana de Pediatría. “Se ha comprobado que el niño con sobrepeso será también un adulto gordo, pero por fortuna, ese pronóstico podría modificarse al corregir la dieta, sobre todo antes de la adolescencia”.
Solución
Para que su hijo no presente problemas de colesterol, alto contenido de triglicéridos, arteriosclerosis provocada por la obstrucción arterial de depósitos de grasa y otros males, considere las siguientes recomendaciones de Suárez:
Hábitos de nutrición en la familia
Simplemente reduzca el consumo de alimentos ricos en grasa y azúcares como golosinas, hamburguesas, pizzas y pasteles.
Brinde una dieta balanceada a su familia.
Acostumbre a sus hijos a beber agua en lugar de refrescos.
Como una botana, ponga frutas y verduras al alcance de la familia.
Reglas en el hogar
Establezca horarios fijos para las comidas
No premie con alimentos o golosinas. Si su hijo sacó buenas calificaciones, no le compre dulces o pasteles. Mejor llévelo de paseo a las montañas.
Promueva la actividad física en su casa.
El Departamento de Salud de este país da sugerencias especiales para mejorar las comidas de los pequeños. Si éstos desayunan y almuerzan en la escuela, los padres de familia deben cerciorarse de que realmente consuman alimentos bajos en grasas y calorías.
Si considera que esos comidas no están acordes con sus expectativas, hable con el dietista de la escuela o del distrito escolar. Pregunte al pediatra si son adecuadas para su hijo.
Opciones saludables para niños de 6 a 12 años
Porciones de pan, cereal, arroz y pasta (de 6-10 porciones diarias)
Una rebanada de pan
1/2 bagel
3/4 de taza de cereal listo para comer
1/2 taza de cereal cocido
1/2 taza de arroz o pasta integrales
5-6 galletas pequeñas de trigo
1 pieza de muffin integral con poca grasa
Palomitas con poca grasa y poca sal
Verduras (de 3-5 porciones diarias)
1/2 taza de verduras cocidas
1/2-1 taza de verduras crudas
Elija entre: espárragos, betabeles, zanahorias, coliflor, maíz, pimientos, ejotes, lechuga, chícharos, papas, calabaza, espinaca, jitomate, camote, jugos de verduras.
Frutas
Una pieza de fruta (de 2-4 porciones diarias)
1/2 taza de jugo natural
Elija entre: manzanas, chabachanos, plátanos, melón, jugos naturales, toronja, kiwis, nectarinas, naranjas, duraznos, ciruelas, fresas, sandías.
Productos lácteos (de 3-4 porciones diarias)
3/4-1 taza de leche baja en grasa
1 taza de yogur con poca o sin grasa
Otras opciones: queso cottage bajo en grasa
Helado o yogur de bajas calorías (sólo ocasionalmente)
Pollo, pescado, legumbres o carnes (de 2-3 porciones diarias)
2 a 3 onzas de pollo, pescado, tofu o carne cocidas o asadas. Sirva más pollo y pescado en sus comidas y retire la piel del pollo y la grasa de las carnes.
1/2 taza de chícharos, lentejas, frijoles, habas.